Sobre el independentismo catalán

Mi experiencia con los catalanes siempre fue excelente.  Hablo de cuando era joven y de catalanes que andaban fuera de Cataluña, como en la mili, o de cierto tipo que conocí en Canarias y estuve hablando con él durante 30 ó 40 minutos.  Tampoco tengo mucha experiencia de Cataluña, pues solo estuve por allí tres o cuatro días en total.  Pasé por Barcelona y sus alrededores dos o tres veces.

Si solo fuera a hablar de los catalanes por la experiencia que tengo de ellos, solo podría hablar bien. Pero, mi experiencia con ellos fue limitada y no fue suficiente tiempo para saber como son.  También he pasado por Andalucía y tuve una experiencia muy buena. Pero tampoco puedo dar una opinión de los andaluces pues mi experiencia con ellos fue solo superficial.  A veces, una experiencia más extensa en el tiempo tampoco vale mucho. Pongo por ejemplo la experiencia de un marido con su esposa durante 30 ó 40 años. Es decir, la experiencia diaria con otra persona tampoco te garantiza de que la conozcas bien.  Puede ser algo diferente de lo que aparenta.

Lo que he dicho de los catalanes es el resultado de una abstracción, o si lo prefieres de un análisis. Y si el análisis se refiere a los catalanes independentistas es obvio que no contiene a todos los catalanes.

Mi experiencia con los comunistas, cuando era joven, fue peor que con los catalanes, pues los comunistas deseaban con urgencia convertirme en un soldado de los suyos, con la intención de derrocar al franquismo. Hablo de los años 60. Y debido a la urgencia que padecían no tuvieron tiempo para convencerme de lo urgente y necesaria que era su revolución. Si tienes tiempo suficiente, puedes convencer a alguien para meterlo en una nave espacial y enviarlo a Marte.

Es decir, yo soy de natural escéptico y no tengo ideas preconcebidas sobre nada. Entonces, si existe una mayoría de catalanes hostiles a ser gobernados por Castilla, debe haber motivos históricos que lo expliquen. Y estos motivos no deben ser muy diferentes a los que tienen los vascos. Y la explicación de por qué esas regiones piensan así no es muy diferente a explicar porque alguna gente es cristiana de esta variedad o de la otra, católicos, evangelistas, mormones, etc. O sea que debe haber una explicación lógica para explicar por qué unas regiones del planeta las gentes son musulmanes sunitas o chiitas, o por qué son hindúes o budistas, o comunistas, capitalistas; o por qué votaron por Trump y no por Hillary en las pasadas elecciones.

Es decir, desde el punto de vista general, la gente piensa lo que sea que piense, y eso se explica como el resultado de un condicionamiento operante que requiere cierto tiempo para hacerse.

Es decir, si la mitad más uno de los catalanes cree que deben ser independientes de España, se debe a que han sido objeto de condicionamiento operante.

Y ¿como se hace tal operación? Es muy sencillo. Todo lo bueno lo atribuyes a Cataluña y a los catalanes. Todo lo malo que ocurre, incluido el pedrisco y las inundaciones, se lo atribuyes al gobierno de Madrid, a España y a los españoles. Y predicas que todo lo que es bello en el mundo está en Cataluña, y todo lo que es feo y desagradable, como las corridas de toros, es cosa de España y de los españoles. Solo necesitas tiempo y un poco de paciencia para convencer a la mitad de la población más uno de que lo que predicas es tan cierto como las verdades del Corán. O que la doctrina independentista de los catalanes es tan cierta como que Mahoma fue el último profeta enviado por dios a la tierra. Y es obvio que una cosa de tanta importancia no se presta a discusiones.

En una palabra, el independentismo, se explica por el condicionamiento operante. Y ese era el argumento que yo presentaba en mi post anterior, pero sin entrar en detalles.

¿Por qué hablamos de preferencia la lengua usada por nuestra madre? Es el resultado de un condicionamiento operante.